La llegada del Dakar a Sudamérica en 2009 podría tambalear si prospera el pedido de los países miembros del "Grupo 5+5" (España, Francia, Italia, Portugal y Malta, por Europa y Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez, por la ribera sur del Mediterráneo), que manifestaron su voluntad de trabajar para garantizar la continuidad de la competencia en su recorrido habitual.

En el comunicado de prensa los cancilleres de esos países expresaron "su determinación para asegurar en su área geográfica habitual las condiciones necesarias para el desarrollo correcto de este acontecimiento anual".

Instaron además "a una mejor coordinación" regional y a "la aplicación del código euro-mediterráneo de conducta para luchar contra el terrorismo", e insistieron en que "con los actos fanáticos violentos" no deben producirse "amalgamas de ningún tipo".

Los cancilleres subrayaron también de manera enérgica que "nada justifica recurrir a tales acciones" y condenaron de la manera "más firme y categórica los actos terroristas que recientemente han golpeado algunos países de la región", además de transmitir su solidaridad con las víctimas y sus familias.

Ahora bien, ¿los organizadores del Dakar se arriesgarán a que un nuevo atentado les obligue a cancelar por segunda vez la competencia? Ojalá que no…