Cuando uno tiene la posibilidad de cumplir un sueño trata de vivirlo con el corazón. Es como si todo el cuerpo se pusiera en alerta para que ninguna de las sensaciones se escapen. Me dirán que soy un exagerado. Me dirán que lo único que estoy haciendo es cubrir una carrera como tantas otras. Pero no es así. Esta Aventura Dakar es una aventura extrema. Y lo digo en todo el sentido de la palabra.

Hay muchos que están en este campamento porque son profesionales. Porque deben cumplir con su trabajo. Yo también lo hago (aunque no considero que una actividad que uno ama profundamente sea un trabajo). Pero para mi esta no es una carrera más. Es una experiencia de vida, de esas que te marcan para siempre.

Yo puedo poner mil palabras para tratar de describir lo que estoy viviendo. Puedo subir miles de fotos para que ustedes también se sientan parte de esta Aventura Dakar. De conseguir millones de videos en YouTube para que vean de lo que hablo. Pero eso jamás alcanzará. Es necesario estar en un campamento para darse cuenta lo que es realmente el Dakar y lo que puede provocar en una persona.

Acá nadie para ni un minuto. La actividad es constante. Los generadores de electricidad jamás se detienen. Los idiomas se confunden. Hay que cumplir horarios. Hay que tratar de estar en varios lados al mismo tiempo. Hoy estás en un lugar y a las pocas horas estás en otro siguiendo una rutina que se repite constantemente. Uno termina la jornada diciendo “este día fue de terror” y enseguida piensa en lo que deparará el siguiente.

Yo elegí estar acá. Yo elegí estar lejos de mi familia por quince días. Yo elegí no pegarme una ducha con agua caliente en una noche helada. Yo elegí dormir sobre un piso con rocas o acurrucado en los asientos de un micro. Yo elegí traerme un puñado de dispositivos que me obligan a hacer un recuento mental cada vez que los tengo que guardar. Yo elegí estar a las 1:50 de la mañana (hora de Buenos Aires) escribiendo este post, cuando dentro de seis horas tengo que estar listo para salir al aeropuerto. Y la lista de “yo elegí” podría ser interminable.

¿Si alguno de ustedes tiene la posibilidad de cumplir el sueño de sus vidas lo dejarían pasar? Estoy seguro de que no. Estoy seguro de que lo harían aún sabiendo que tienen que pasar por muchas situaciones que jamás habían vivido antes.

Puedo decir que soy un agradecido de estar acá. Porque esta Aventura Dakar me está ayudando a conocer mi límite. Por más que tenga algún que otro altibajo. Por más que le diga a mi esposa y a mi hijo que los extraño con lágrimas en los ojos. Sé que todo eso es parte de un sueño que yo tenía y que, sorpresivamente, se hizo realidad. Por más que reniegue de algunas cosas que pasan. Por más que parece que la paciencia siempre está llegando al límite. Por más que del cansancio a veces me tilde y me quede paralizado frente a la notebook, quiero seguir disfrutando de esto. Este es mi sueño. Esta es mi Aventura Dakar.