Carlos Sainz ya empieza a descorchar el champagne
OK. El Dakar es imprevisible. En sus treinta años de historia hay varios casos que así lo confirman. Pero no se puede negar que el español Carlos Sainz (VW Touareg) está cada vez más cerca de conseguir su ansiada victoria en esta legendaria prueba.
Dio un paso importante hoy al ganar la etapa que empezó y terminó en Copiapó. Era la más dura de la carrera, pese a que fue reducida en unos 200 kilómetros (de 670 pasó a 473). Beneficiado por el abandono del argentino Orly Terranova (BMW X3), el “Matador” se quedó con la jornada imponiéndose sobre Robby Gordon y su buggy disfrazado de Hummer H3.
El triunfo le permitió tomar más distancia sobre sus compañeros Mark Miller (27m31) y Giniel De Villiers (41m13), que a esta altura de la carrera más que escoltas parecen escuderos.
Pero Sainz también se benefició con una noticia que se conoció a media tarde: la organización decidió anular la etapa de mañana entre Copiapó-Fiambalá porque el pronóstico meteorológico indica que habrá niebla que impedirá largar en horario (hoy pasó lo mismo y se largó con más de dos horas y 40 minutos de retraso).
Sin dudas, un escollo menos. Y muy importante ya que la 12° jornada de la carrera era la maratón (con 200 kilómetros de especial), donde los competidores no pueden recibir ningún tipo de asistencia durante el tramo. Ahora, lo separan de la victoria tres días de carrera y poco más de mil kilómetros cronometrados.
Para los argentinos fue un día con emociones mezcladas. Por un lado, el abandono de Terranova, que venía ganando la etapa; y por el otro, el triunfo de Marcos Patronelli (Can-Am) en quad. El mendocino se cayó de la cima de un medano y rompió la jaula de su auto, algo que determinó su deserción ya que este elemento no se puede reparar. Mientras que el de Las Flores tuvo un mano a mano con el checo Josef Machacek (Yamaha) y le ganó por 28 segundos.
“Los últimos 100 kilómetros de la etapa fueron los más difíciles. En una zona de dunas me perdí. Al rato apareció Machacek, que también había tenido problemas de navegación. Acordamos tirar juntos y pudimos encontrar la ruta. Cuando llegamos al final, nos dimos la mano. Sinceramente, haber triunfado en dos etapas del Dakar es como haber ganado la carrera”, comentó Patronelli, que sigue segundo en la general a más de dos horas y media del checo.
En motos, el español Jordi Viladoms (KTM) se quedó con la etapa con más de un minuto sobre el francés Alain Duclos (KTM). El español Marc Coma (KTM) tuvo problemas de navegación y llegó séptimo en la especial. No obstante, sigue cómodo al frente de la general con 1h24m50 sobre el francés David Fretigne (Yamaha). El mejor argentino ubicado sigue siendo el marplatense Andrés Junco (KTM), que está 49° a más de catorce horas del líder.
La dureza de la etapa quedó demostrada con la gran cantidad de accidentes. El más grave fue el del español Cristóbal Guerrero (48). Se cayó en un río seco repleto de piedras y sufrió serias lesiones. Llegó al campamento en estado de coma y fue trasladado al Hospital Regional de Copiapó. El último parte médico indicó que “su estado está comprometido y con riesgo vital”.
Dio un paso importante hoy al ganar la etapa que empezó y terminó en Copiapó. Era la más dura de la carrera, pese a que fue reducida en unos 200 kilómetros (de 670 pasó a 473). Beneficiado por el abandono del argentino Orly Terranova (BMW X3), el “Matador” se quedó con la jornada imponiéndose sobre Robby Gordon y su buggy disfrazado de Hummer H3.
El triunfo le permitió tomar más distancia sobre sus compañeros Mark Miller (27m31) y Giniel De Villiers (41m13), que a esta altura de la carrera más que escoltas parecen escuderos.
Pero Sainz también se benefició con una noticia que se conoció a media tarde: la organización decidió anular la etapa de mañana entre Copiapó-Fiambalá porque el pronóstico meteorológico indica que habrá niebla que impedirá largar en horario (hoy pasó lo mismo y se largó con más de dos horas y 40 minutos de retraso).
Sin dudas, un escollo menos. Y muy importante ya que la 12° jornada de la carrera era la maratón (con 200 kilómetros de especial), donde los competidores no pueden recibir ningún tipo de asistencia durante el tramo. Ahora, lo separan de la victoria tres días de carrera y poco más de mil kilómetros cronometrados.
Para los argentinos fue un día con emociones mezcladas. Por un lado, el abandono de Terranova, que venía ganando la etapa; y por el otro, el triunfo de Marcos Patronelli (Can-Am) en quad. El mendocino se cayó de la cima de un medano y rompió la jaula de su auto, algo que determinó su deserción ya que este elemento no se puede reparar. Mientras que el de Las Flores tuvo un mano a mano con el checo Josef Machacek (Yamaha) y le ganó por 28 segundos.
“Los últimos 100 kilómetros de la etapa fueron los más difíciles. En una zona de dunas me perdí. Al rato apareció Machacek, que también había tenido problemas de navegación. Acordamos tirar juntos y pudimos encontrar la ruta. Cuando llegamos al final, nos dimos la mano. Sinceramente, haber triunfado en dos etapas del Dakar es como haber ganado la carrera”, comentó Patronelli, que sigue segundo en la general a más de dos horas y media del checo.
En motos, el español Jordi Viladoms (KTM) se quedó con la etapa con más de un minuto sobre el francés Alain Duclos (KTM). El español Marc Coma (KTM) tuvo problemas de navegación y llegó séptimo en la especial. No obstante, sigue cómodo al frente de la general con 1h24m50 sobre el francés David Fretigne (Yamaha). El mejor argentino ubicado sigue siendo el marplatense Andrés Junco (KTM), que está 49° a más de catorce horas del líder.
La dureza de la etapa quedó demostrada con la gran cantidad de accidentes. El más grave fue el del español Cristóbal Guerrero (48). Se cayó en un río seco repleto de piedras y sufrió serias lesiones. Llegó al campamento en estado de coma y fue trasladado al Hospital Regional de Copiapó. El último parte médico indicó que “su estado está comprometido y con riesgo vital”.
1 comentarios:
Que el español no descorche nada todavia (en todo caso que ponga la botella en el freezer) pero que no se confíe porque a veces se revienta la botellita. Todavía no ganó, a pesar que le estan facilitando todo para asi sea. Igual tengo esperanzas que tenga algun tipo de contratiempos (no accidentes graves, por Dios) y ahi veremos hasta donde le da el cuero.
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