Los secretos de un campeón
Como es de suponer, la logística es fundamental en una competencia como el Dakar. Y eso puede llegar a ser una de las claves para llegar a la meta en una buena posición. Sino que lo diga Mitsubishi, que pone mucho énfasis en este tema y que ganó la legendaria prueba las últimas siete veces.
“Desde que ASO anunció en febrero los países por los que tendría lugar la carrera, empezamos a trabajar. A medida que fuimos teniendo más información, hacia mayo o junio, pudimos prepararlo todo de forma más precisa”, declara David Serieys, director de logística del team nipón.
Serieys es el director de orquestra que hace que durante la carrera todos los movimientos de material y personas del equipo estén sincronizados, para poder centrarse en aquello que no puede preverse con tanta anticipación, como por ejemplo, cuándo deben salir los vehículos de asistencia o cualquier imponderable que surja durante la carrera.
La logística engloba todas las necesidades que pueda tener el equipo: transporte de material, combustible, ropa, hoteles, aviones, comidas, desplazamientos al aeropuerto, material para la etapa de descanso, etcétera. En un equipo de 65 personas, con unos 10.000 kilómetros por delante por recorrer, las necesidades son muchas.
“El trabajo es prácticamente el mismo que en África, y las responsabilidades no han cambiado. Como entonces, cuando arranca la preparación se parte de una hoja en blanco y se prepara todo. El escenario cambia, aunque seguimos teniendo algunas referencias, ya que hemos competido anteriormente en el Rally Patagonia–Atacama, así que no estamos del todo desubicados”, agrega Serieys.
Si bien el volumen de trabajo es el mismo, para esta edición se acortaron los plazos, ya que hubo que tenerlo todo listo la última semana de noviembre, cuando zarpó desde Le Havre, Francia, un buque de carga fletado por la organización, transportando los coches, motos, quads, camiones y vehículos de asistencia del Dakar 2009. Mitsubishi embarcó siete camiones y ocho coches de asistencia, unos 650 m3 de carga, es decir, unas 170 toneladas.
Mientras que los cuatro Racing Lancer partieron el 21 de diciembre desde el aeropuerto de Paris Charles De Gaulle, en un Boeing 747 de carga, directo a Buenos Aires. Se aprovechó para transportar en ese vuelo algunas piezas y recambios que no fueron enviadas en el barco.
Está previsto un segundo envío por avión directamente a Valparaíso (Chile), donde el sábado 10 de enero los participantes gozarán de una jornada de descanso. A Valparaíso se envía un container con más recambios y piezas.
Repsol, patrocinador y socio tecnológico, ya transportó a Sudamérica 28.000 litros de combustible especialmente desarrollado en colaboración con el equipo. Unos 18.000 serán usados en las etapas de Argentina y el resto en las que se hagan en Chile.
Desde que el carburante llega, el equipo debe gestionar la logística para almacenarlo y desplazarlo a cada bivouac. Para eso se utilizarán tres camiones que se irán relevando en cada parte de la carrera para llegar a cada campamento y proporcionar todo el combustible preparado en el Centro de Tecnología de Repsol.
Una vez en carrera, el despliegue logístico del equipo constará de dos camiones T4 6X6, que transportan mecánicos, neumáticos, piezas de repuesto y equipamiento, y siguen la misma ruta que los competidores, listos siempre para intervenir en uno de los cuatro Lancer Racing, si sucediera algún problema.
Además de los dos T4 en carrera, la flota de vehículos del equipo consta de otros 5 camiones T5 para el transporte de los neumáticos, piezas de repuesto y equipamiento y 8 SUVs para los mecánicos, técnicos y dirección. Estos vehículos siguen una vía alternativa a la ruta de la competición.
Son dos más que los previstos para la carrera de hace un año, ya que con los nuevos Racing Lancer el equipo se ha incrementado con ocho técnicos más, “puesto que se trata de un coche totalmente nuevo y es preferible tener más manos disponibles para trabajar en cada coche”.
En total, se contará con treinta mecánicos, cinco encargados de recambios y almacenaje, cuatro especialistas de carrocería, cuatro electricistas, cinco técnicos, tres encargados de la logística, un osteópata, dieciocho pilotos y mecánicos de los diferentes vehículos de servicio, tres miembros de la dirección del equipo y los ocho pilotos y copilotos.
Es que nada puede estar librado al azar si se quiere ganar el Dakar, la carrera más exigente del mundo.
“Desde que ASO anunció en febrero los países por los que tendría lugar la carrera, empezamos a trabajar. A medida que fuimos teniendo más información, hacia mayo o junio, pudimos prepararlo todo de forma más precisa”, declara David Serieys, director de logística del team nipón.
Serieys es el director de orquestra que hace que durante la carrera todos los movimientos de material y personas del equipo estén sincronizados, para poder centrarse en aquello que no puede preverse con tanta anticipación, como por ejemplo, cuándo deben salir los vehículos de asistencia o cualquier imponderable que surja durante la carrera.
La logística engloba todas las necesidades que pueda tener el equipo: transporte de material, combustible, ropa, hoteles, aviones, comidas, desplazamientos al aeropuerto, material para la etapa de descanso, etcétera. En un equipo de 65 personas, con unos 10.000 kilómetros por delante por recorrer, las necesidades son muchas.
“El trabajo es prácticamente el mismo que en África, y las responsabilidades no han cambiado. Como entonces, cuando arranca la preparación se parte de una hoja en blanco y se prepara todo. El escenario cambia, aunque seguimos teniendo algunas referencias, ya que hemos competido anteriormente en el Rally Patagonia–Atacama, así que no estamos del todo desubicados”, agrega Serieys.
Si bien el volumen de trabajo es el mismo, para esta edición se acortaron los plazos, ya que hubo que tenerlo todo listo la última semana de noviembre, cuando zarpó desde Le Havre, Francia, un buque de carga fletado por la organización, transportando los coches, motos, quads, camiones y vehículos de asistencia del Dakar 2009. Mitsubishi embarcó siete camiones y ocho coches de asistencia, unos 650 m3 de carga, es decir, unas 170 toneladas.
Mientras que los cuatro Racing Lancer partieron el 21 de diciembre desde el aeropuerto de Paris Charles De Gaulle, en un Boeing 747 de carga, directo a Buenos Aires. Se aprovechó para transportar en ese vuelo algunas piezas y recambios que no fueron enviadas en el barco.
Está previsto un segundo envío por avión directamente a Valparaíso (Chile), donde el sábado 10 de enero los participantes gozarán de una jornada de descanso. A Valparaíso se envía un container con más recambios y piezas.
Repsol, patrocinador y socio tecnológico, ya transportó a Sudamérica 28.000 litros de combustible especialmente desarrollado en colaboración con el equipo. Unos 18.000 serán usados en las etapas de Argentina y el resto en las que se hagan en Chile.
Desde que el carburante llega, el equipo debe gestionar la logística para almacenarlo y desplazarlo a cada bivouac. Para eso se utilizarán tres camiones que se irán relevando en cada parte de la carrera para llegar a cada campamento y proporcionar todo el combustible preparado en el Centro de Tecnología de Repsol.
Una vez en carrera, el despliegue logístico del equipo constará de dos camiones T4 6X6, que transportan mecánicos, neumáticos, piezas de repuesto y equipamiento, y siguen la misma ruta que los competidores, listos siempre para intervenir en uno de los cuatro Lancer Racing, si sucediera algún problema.
Además de los dos T4 en carrera, la flota de vehículos del equipo consta de otros 5 camiones T5 para el transporte de los neumáticos, piezas de repuesto y equipamiento y 8 SUVs para los mecánicos, técnicos y dirección. Estos vehículos siguen una vía alternativa a la ruta de la competición.
Son dos más que los previstos para la carrera de hace un año, ya que con los nuevos Racing Lancer el equipo se ha incrementado con ocho técnicos más, “puesto que se trata de un coche totalmente nuevo y es preferible tener más manos disponibles para trabajar en cada coche”.
En total, se contará con treinta mecánicos, cinco encargados de recambios y almacenaje, cuatro especialistas de carrocería, cuatro electricistas, cinco técnicos, tres encargados de la logística, un osteópata, dieciocho pilotos y mecánicos de los diferentes vehículos de servicio, tres miembros de la dirección del equipo y los ocho pilotos y copilotos.
Es que nada puede estar librado al azar si se quiere ganar el Dakar, la carrera más exigente del mundo.
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