Un fin de año a pura acción
La gente va de un lado al otro. Una pareja se apoya contra una de las tantas vayas que están a un costado de la Avenida Sarmiento. Sacan fotos. Primero posa ella, después él. Aprovechan la buena predisposición de un señor que anda paseando con su hijo de la mano y los dos quedan retratados delante de uno de los camiones 6x6 que están esperando su turno para pasar la verificación técnica. La imagen se repite una y otra vez. Todavía faltan varias horas para despedir el 2008 y recibir el 2009, pero la gente no se pierde una oportunidad única de ser testigo del primer compromiso oficial que tienen los 530 vehículos que participarán del Dakar 2009.
La Rural fue el escenario elegido para este importante tramite y también fue la oportunidad que tuvieron miles de fanáticos de tomar contacto con esta gran aventura, que por primera vez en su historia dejó el continente africano para “descubrir un nuevo territorio”.
Además de ver el procedimiento de la inspección técnica o conseguir algún que otro autógrafo de los pilotos, el publico tuvo la posibilidad de pasar el tiempo con la gran cantidad de propuestas que acercaron aquellas empresas que pagaron varios miles de pesos para ser parte de la “Aldea Dakar”. Concursos, sorteos, juegos y bolsitas con regalos, payasos y bellas promotoras sirvieron para vivir un fin de año distinto, como nunca antes había tenido nuestro país.
“La pasión del público me sorprende. Sin dudas, será una carrera distinta”, afirma Alister McRae mientras termina de hacer todo el tramite administrativo de su equipo. El escocés, hermano menor del desaparecido Colin McRae, ya había tenido la posibilidad de conocer de cerca el fervor de los argentinos durante su participación el desaparecido Rally Master (un desafío con autos de rally organizado a principios del nuevo milenio en Villa Carlos Paz).
Una leve llovizna hizo que pasadas las 18 la gente fuese saliendo del predio. Todos lo hacían con una sonrisa. De esas que solo demuestran una cosa: satisfacción.
La Rural fue el escenario elegido para este importante tramite y también fue la oportunidad que tuvieron miles de fanáticos de tomar contacto con esta gran aventura, que por primera vez en su historia dejó el continente africano para “descubrir un nuevo territorio”.
Además de ver el procedimiento de la inspección técnica o conseguir algún que otro autógrafo de los pilotos, el publico tuvo la posibilidad de pasar el tiempo con la gran cantidad de propuestas que acercaron aquellas empresas que pagaron varios miles de pesos para ser parte de la “Aldea Dakar”. Concursos, sorteos, juegos y bolsitas con regalos, payasos y bellas promotoras sirvieron para vivir un fin de año distinto, como nunca antes había tenido nuestro país.
“La pasión del público me sorprende. Sin dudas, será una carrera distinta”, afirma Alister McRae mientras termina de hacer todo el tramite administrativo de su equipo. El escocés, hermano menor del desaparecido Colin McRae, ya había tenido la posibilidad de conocer de cerca el fervor de los argentinos durante su participación el desaparecido Rally Master (un desafío con autos de rally organizado a principios del nuevo milenio en Villa Carlos Paz).
Una leve llovizna hizo que pasadas las 18 la gente fuese saliendo del predio. Todos lo hacían con una sonrisa. De esas que solo demuestran una cosa: satisfacción.
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