De Villiers y Coma inscriben sus nombres en el primer Dakar fuera de África
La edición 2009 del Dakar se ganó un lugar destacado en la historia de la legendaria carrera. No sólo por haberse disputado en Sudamérica, sino porque la ganó un sudafricano. Todo una paradoja, ¿no? El hombre que logró la hazaña se llama Giniel De Villiers, que además marcó otro hito al vencer usando un auto –el VW Race Touareg 2– con motor diesel.
De Villiers llegó al triunfo luego de aprovechar la mala fortuna de su compañero Carlos Sainz. El español venía ganando cómodamente hasta que en la etapa 12° (Fiambalá-La Rioja) quedó fuera de competencia luego de volcar en un río seco. El sudafricano heredó la punta y en las dos etapas restantes se dedicó a mantenerla con una táctica conservadora producto de que su más cercano perseguidor era su otro coequipier, el estadounidense Mark Miller. Finalmente, ambos cruzaron la meta separados por nueve minutos.
"Es absolutamente increíble. Jamás he sentido tamaña emoción. Estaba muy nervioso en los últimos kilómetros y no dejaba de mirar cuántos nos quedaban. Pero debo decir que es un sentimiento increíble. Estoy muy contento con el equipo, porque Volkswagen nos sostuvo durante cinco años para llegar a esta victoria", afirmó De Villiers, que había salido segundo en la edición de 2006.
VW, que tiene un presupuesto aproximado de 90 millones de euros, no tuvo rivales en esta edición. Mitsubishi, dominador en los últimos años, penó con los problemas de confiabilidad de su flamante Racing Lancer, que estrenó motorización gasolera. De los cuatro autos que largaron, sólo pudo llegar el del español Nani Roma (10°). A eso se sumó la exclusión del qatarí Nasser Al-Attiyah (BMW X3), que había sido gran protagonista en las primeras etapas.
El último escalón del podio fue para el estadounidense Robby Gordon. Si bien el astro del NASCAR se mantuvo lejos de la punta en todo momento, demostró que su buggy disfrazado de Hummer H3 se adaptó a los difíciles caminos de la pampa argentina y el desierto chileno.
En motos, Marc Coma (KTM) consiguió su segundo triunfo tras el logrado en 2006. El español atacó en los primeros días y luego se dedicó a mantener la ventaja con los franceses Cyril Despres (KTM) y David Frétigné (Yamaha), quienes se alternaron la posición de escolta.
"Fue una carrera bastante complicada. No conocíamos bien el terreno y, por lo tanto, es difícil definir la táctica. Quisiera dar las gracias a todo el equipo. Han realizado un trabajo fantástico. Hay muchas personas trabajando que también se merecen esta victoria. Ahora quiero saborear el momento", aseguró Coma.
De los 13 pilotos argentinos que largaron la competencia, sólo cinco llegaron a la meta. El mejor fue el bonaerense Marcos Patronelli, que se lució en la clase quad. Con un cuatri Can-Am se dio el gusto de ganar tres etapas y terminó segundo en la general a más de dos horas y media del experimentado piloto checo Josef Machacek (Yamaha).
En las dos ruedas, el mejor fue Andrés Junco (KTM) que terminó 59°. El resultado del marplatense toma mayor relevancia si se tiene en cuenta que hace setenta días le diagnosticaron leucemia, algo que lo obligó a realizarse controles periódicos en plena competencia. Más atrás se ubicaron Marcelo Miti (Yamaha), 72°; Andrés Memi (BMW), 88° y Eduardo Alan (KTM), 109°.
El resto de los compatriotas tuvo varios inconvenientes. Patxi Otaño (Monti 01) desertó por problemas en la caja en la segunda etapa. Cristian Romero (KTM), por una lesión en los tobillos en la tercera jornada. El tercer día también fue la despedida para Francisco Regunaschi (Toyota Land Cruiser) por problemas mecánicos. En la cuarta etapa, Fernando Cid de la Paz (KTM) se cayó y se fracturó un hombro. En la sexta quedaron fuera Juan Botazzini (KTM) y Gabriel Pozzo (Mitsubishi Montero) por problemas mecánicos. Ya en territorio chileno desertaron Orly Terranova (BMW X3), que venía cumpliendo una buena labor, y Jorge Murano (Toyota Land Cruiser).
Ahora resta saber si el Dakar se volverá a disputar en la Argentina y Chile en 2010. Los franceses de ASO pidieron tiempo para dar a conocer su decisión. Será cuestión de esperar y cruzar los dedos…
De Villiers llegó al triunfo luego de aprovechar la mala fortuna de su compañero Carlos Sainz. El español venía ganando cómodamente hasta que en la etapa 12° (Fiambalá-La Rioja) quedó fuera de competencia luego de volcar en un río seco. El sudafricano heredó la punta y en las dos etapas restantes se dedicó a mantenerla con una táctica conservadora producto de que su más cercano perseguidor era su otro coequipier, el estadounidense Mark Miller. Finalmente, ambos cruzaron la meta separados por nueve minutos.
"Es absolutamente increíble. Jamás he sentido tamaña emoción. Estaba muy nervioso en los últimos kilómetros y no dejaba de mirar cuántos nos quedaban. Pero debo decir que es un sentimiento increíble. Estoy muy contento con el equipo, porque Volkswagen nos sostuvo durante cinco años para llegar a esta victoria", afirmó De Villiers, que había salido segundo en la edición de 2006.
VW, que tiene un presupuesto aproximado de 90 millones de euros, no tuvo rivales en esta edición. Mitsubishi, dominador en los últimos años, penó con los problemas de confiabilidad de su flamante Racing Lancer, que estrenó motorización gasolera. De los cuatro autos que largaron, sólo pudo llegar el del español Nani Roma (10°). A eso se sumó la exclusión del qatarí Nasser Al-Attiyah (BMW X3), que había sido gran protagonista en las primeras etapas.
El último escalón del podio fue para el estadounidense Robby Gordon. Si bien el astro del NASCAR se mantuvo lejos de la punta en todo momento, demostró que su buggy disfrazado de Hummer H3 se adaptó a los difíciles caminos de la pampa argentina y el desierto chileno.
En motos, Marc Coma (KTM) consiguió su segundo triunfo tras el logrado en 2006. El español atacó en los primeros días y luego se dedicó a mantener la ventaja con los franceses Cyril Despres (KTM) y David Frétigné (Yamaha), quienes se alternaron la posición de escolta.
"Fue una carrera bastante complicada. No conocíamos bien el terreno y, por lo tanto, es difícil definir la táctica. Quisiera dar las gracias a todo el equipo. Han realizado un trabajo fantástico. Hay muchas personas trabajando que también se merecen esta victoria. Ahora quiero saborear el momento", aseguró Coma.
De los 13 pilotos argentinos que largaron la competencia, sólo cinco llegaron a la meta. El mejor fue el bonaerense Marcos Patronelli, que se lució en la clase quad. Con un cuatri Can-Am se dio el gusto de ganar tres etapas y terminó segundo en la general a más de dos horas y media del experimentado piloto checo Josef Machacek (Yamaha).
En las dos ruedas, el mejor fue Andrés Junco (KTM) que terminó 59°. El resultado del marplatense toma mayor relevancia si se tiene en cuenta que hace setenta días le diagnosticaron leucemia, algo que lo obligó a realizarse controles periódicos en plena competencia. Más atrás se ubicaron Marcelo Miti (Yamaha), 72°; Andrés Memi (BMW), 88° y Eduardo Alan (KTM), 109°.
El resto de los compatriotas tuvo varios inconvenientes. Patxi Otaño (Monti 01) desertó por problemas en la caja en la segunda etapa. Cristian Romero (KTM), por una lesión en los tobillos en la tercera jornada. El tercer día también fue la despedida para Francisco Regunaschi (Toyota Land Cruiser) por problemas mecánicos. En la cuarta etapa, Fernando Cid de la Paz (KTM) se cayó y se fracturó un hombro. En la sexta quedaron fuera Juan Botazzini (KTM) y Gabriel Pozzo (Mitsubishi Montero) por problemas mecánicos. Ya en territorio chileno desertaron Orly Terranova (BMW X3), que venía cumpliendo una buena labor, y Jorge Murano (Toyota Land Cruiser).
Ahora resta saber si el Dakar se volverá a disputar en la Argentina y Chile en 2010. Los franceses de ASO pidieron tiempo para dar a conocer su decisión. Será cuestión de esperar y cruzar los dedos…
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