"Esto no se termina más. Es eterno, pero lo estoy disfrutando"
Orly Terranova pasó a visitar a los periodistas argentinos que estamos cubriendo la carrera. Sentado, Martín Urruty (Olé), parados Roberto Berasategui (La Nación) y Carlos Prieto (Clarín).
Dormir en el ómnibus fue una bendición después de pasar una noche en el bivouac de Santa Rosa, aunque ya estoy ansioso por volver a acampar. Lo más tedioso del viaje a Jacobacci fueron los últimos 250 kilómetros. El ripio hizo que se hicieran interminables (en algunos tramos íbamos a paso de hombre).
El pueblo rionegrino nos recibió con los brazos abiertos, mucha tierra, mucho viento y, sobre el final del día, algo de lluvia. El campamento se colocó en la estación de tren del lugar. Esto hizo que por unas horas, la población ascienda a más de 12.000 personas, unas 2.500 más de las que hay habitualmente.
En las calles aledañas al bivouac, los vecinos de Jacobacci aprovecharon para poner diferentes puestitos de comida y productos de la zona. Paradójicamente, pese a que están en su pueblo, tuvieron que pagarle a la organización 400 pesos por metro lineal. Y sí, los franceses están en todas…
Confieso que estaba resignado a no poder actualizar el blog. Más por todo lo que me habían dicho respecto a la falta de tecnología 3G. Para comprobarlo por mí mismo, hice un intento desde el micro con el Snappler y no tuve éxito. Por suerte traje mi Palm. Sólo tuve que conectarme por Bluetooth al celular y usarlo como módem. Con esa conexión pude postear a través de mails.
Imaginé que el resto de la tarde sería así, pero tuve un par sorpresas cuando encendí la notebook. La primera, que módem de Claro andaba (con algunas limitaciones del servicio), pero la más grata fue cuando con el Wi-fi enganché una red que me permitió navegar sin problemas por un par de horas.
Como la sala de prensa aún no estaba armada, ni bien llegamos nos instalamos con otros colegas argentos en el restaurante. Era el único lugar donde uno podía estar a salvo del viento y la tierra. A medida que las horas pasaban -y una vez que cayó de maduro que nunca armarían la sala de prensa- el resto de los periodistas coparon parte del lugar. “No la vamos a armar porque está previsto que haya vientos de 100 km/h”, dijeron. El famoso viento jamás apareció por el campamento…
Después de hablar con los protagonistas de la etapa de hoy, volví al restaurante a trabajar. Como es el único lugar para comer, es fácil encontrarse con los pilotos. Uno de los que pasó por nuestra mesa fue Orly Terranova. “Esto se parece al Dakar de verdad. Hoy tuvimos arena, viento y ahora nos encontramos todos acá. El clima es el mismo”, dijo el mendocino, que corrió dos veces en África.
Estar en el restaurante me permitió presenciar la habitual reunión de pilotos, que en las etapas anteriores se realizó muy lejos de donde estaba. Ahí las autoridades de la carrera dieron algunos detalles de la próxima jornada. Entre ellos informaron el precio del combustible: 7 pesos el litro de diesel y 9 el de nafta. Sí, los pilotos pusieron la misma cara que vos…
Poco antes de subirme al micro que nos llevará a Neuquén me encontré en el restaurante con Gabriel Pozzo, que recién había terminado la etapa en el puesto ciento y pico. “Elegimos mal el compuesto de la goma y rompimos tres. Sacábamos una, hacíamos unos kilómetros y se volvía a romper”, dijo el cordobés que está también está viviendo esta Aventura Dakar por primera vez.
“Salímos a las 10 de la mañana y llegamos hace un rato. Estuvimos casi doce horas. Me duele la cabeza por tener tanto tiempo el casco puesto. Además, las etapas son eternas, no se terminan más. Pero de todas formas lo estoy disfrutando”, agregó. Salvando las distancias, sentimos lo mismo…
El pueblo rionegrino nos recibió con los brazos abiertos, mucha tierra, mucho viento y, sobre el final del día, algo de lluvia. El campamento se colocó en la estación de tren del lugar. Esto hizo que por unas horas, la población ascienda a más de 12.000 personas, unas 2.500 más de las que hay habitualmente.
En las calles aledañas al bivouac, los vecinos de Jacobacci aprovecharon para poner diferentes puestitos de comida y productos de la zona. Paradójicamente, pese a que están en su pueblo, tuvieron que pagarle a la organización 400 pesos por metro lineal. Y sí, los franceses están en todas…
Confieso que estaba resignado a no poder actualizar el blog. Más por todo lo que me habían dicho respecto a la falta de tecnología 3G. Para comprobarlo por mí mismo, hice un intento desde el micro con el Snappler y no tuve éxito. Por suerte traje mi Palm. Sólo tuve que conectarme por Bluetooth al celular y usarlo como módem. Con esa conexión pude postear a través de mails.
Imaginé que el resto de la tarde sería así, pero tuve un par sorpresas cuando encendí la notebook. La primera, que módem de Claro andaba (con algunas limitaciones del servicio), pero la más grata fue cuando con el Wi-fi enganché una red que me permitió navegar sin problemas por un par de horas.
Como la sala de prensa aún no estaba armada, ni bien llegamos nos instalamos con otros colegas argentos en el restaurante. Era el único lugar donde uno podía estar a salvo del viento y la tierra. A medida que las horas pasaban -y una vez que cayó de maduro que nunca armarían la sala de prensa- el resto de los periodistas coparon parte del lugar. “No la vamos a armar porque está previsto que haya vientos de 100 km/h”, dijeron. El famoso viento jamás apareció por el campamento…
Después de hablar con los protagonistas de la etapa de hoy, volví al restaurante a trabajar. Como es el único lugar para comer, es fácil encontrarse con los pilotos. Uno de los que pasó por nuestra mesa fue Orly Terranova. “Esto se parece al Dakar de verdad. Hoy tuvimos arena, viento y ahora nos encontramos todos acá. El clima es el mismo”, dijo el mendocino, que corrió dos veces en África.
Estar en el restaurante me permitió presenciar la habitual reunión de pilotos, que en las etapas anteriores se realizó muy lejos de donde estaba. Ahí las autoridades de la carrera dieron algunos detalles de la próxima jornada. Entre ellos informaron el precio del combustible: 7 pesos el litro de diesel y 9 el de nafta. Sí, los pilotos pusieron la misma cara que vos…
Poco antes de subirme al micro que nos llevará a Neuquén me encontré en el restaurante con Gabriel Pozzo, que recién había terminado la etapa en el puesto ciento y pico. “Elegimos mal el compuesto de la goma y rompimos tres. Sacábamos una, hacíamos unos kilómetros y se volvía a romper”, dijo el cordobés que está también está viviendo esta Aventura Dakar por primera vez.
“Salímos a las 10 de la mañana y llegamos hace un rato. Estuvimos casi doce horas. Me duele la cabeza por tener tanto tiempo el casco puesto. Además, las etapas son eternas, no se terminan más. Pero de todas formas lo estoy disfrutando”, agregó. Salvando las distancias, sentimos lo mismo…
1 comentarios:
Exelente cobertura , felicitaciones
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