Los verdaderos aventureros
Llegan exhaustos. Algunos, al borde del desmayo. Como pueden estacionan sus motos al lado de un par de cajas blancas identificadas con su número. Arman la carpa, toman un poco de agua, estiran el cuerpo -algo maltrecho tras manejar durante cientos de kilómetros- y respiran hondo como para recuperar fuerzas. De una de las cajas sacan algunas herramientas y empiezan el trabajo de mecánico. Son los motociclistas que corren el Dakar sin más ayuda que la de sus propias manos. Son los que se toman esta carrera como un verdadero desafío. Los que le dan un nuevo significado a la palabra ganar, porque para ellos el triunfo es simplemente llegar a la meta.
Claro que estos aventureros no están a la buena de Dios en esta exigente competencia. Con el pago de la inscripción, la organización les da la posibilidad de transportar la caja con las herramientas y dos ruedas. Además, disponen de asistencia técnica (luz, aire comprimido, soldadura, etc) alrededor de un área especial dentro del campamento. En todo momento reciben el asesoramiento de un consejero que los ayuda en cuestiones técnicas y de logística.
Algunos lo hacen para tener un sentimiento extremo durante 15 días, otros porque no tienen el dinero suficiente como para solventar su inscripción y la de un mecánico (en total, unos 25.000 euros). “Yo no podía pagar esa plata. Apenas llegué a juntar la de la inscripción. Esto me sirve mucho”, dice Andrés Junco, el mejor argentino en las motos. El marplatense hizo causa común con Andrés Memi, con quien comparte un mecánico que va por su cuenta a cada campamento y les da una mano en el sector donde se ubican todos los pilotos sin asistencia.
La ceremonia se repite una y otra vez a lo largo de todo el Dakar. “Es muy cansador. Más si tenés algún problema en medio de una etapa. Pero sí llegas al final, luego de sobreponerte a los contratiempos que suele tener una carrera como esta, el cuerpo se te llena de satisfacción”, explica el letón Einars Vinters.
Dependiendo de cómo haya sido el día, los pilotos pueden llegar a media tarde o en plena noche. Los primeros tienen la posibilidad de trabajar tranquilos en sus motocicletas, los segundos a veces sacrifican horas de sueño para reparar sus máquinas y marcar el “road book” del día siguiente. Para no perder ni un minuto, suelen dormir con todo su equipamiento puesto.
“Lo que hacen estos motociclistas es admirable. Realmente es agotador correr de esa manera. El primer día estás en todos los detalles de las motos, pero con el transcurso de las etapas cada vez haces menos cosas por falta de tiempo y cansancio. De marcar con resaltador la hoja de ruta, pasas a poner el rollo en la moto ni bien te lo dan. Lo único que querés es que la carrera se termine”, cuenta Orly Terranova, que corrió el Dakar dos veces sobre una moto.
A todos estos pilotos se les da la oportunidad de inscribirse en el “Elf Moto Trophy”, un premio patrocinado por la empresa francesa de lubricantes que premia a los tres mejores pilotos privados de la competencia con 5.000, 4.000 y 3.000 euros. Una buena recompensa, que no iguala la satisfacción de llegar al final.
Claro que estos aventureros no están a la buena de Dios en esta exigente competencia. Con el pago de la inscripción, la organización les da la posibilidad de transportar la caja con las herramientas y dos ruedas. Además, disponen de asistencia técnica (luz, aire comprimido, soldadura, etc) alrededor de un área especial dentro del campamento. En todo momento reciben el asesoramiento de un consejero que los ayuda en cuestiones técnicas y de logística.
Algunos lo hacen para tener un sentimiento extremo durante 15 días, otros porque no tienen el dinero suficiente como para solventar su inscripción y la de un mecánico (en total, unos 25.000 euros). “Yo no podía pagar esa plata. Apenas llegué a juntar la de la inscripción. Esto me sirve mucho”, dice Andrés Junco, el mejor argentino en las motos. El marplatense hizo causa común con Andrés Memi, con quien comparte un mecánico que va por su cuenta a cada campamento y les da una mano en el sector donde se ubican todos los pilotos sin asistencia.
La ceremonia se repite una y otra vez a lo largo de todo el Dakar. “Es muy cansador. Más si tenés algún problema en medio de una etapa. Pero sí llegas al final, luego de sobreponerte a los contratiempos que suele tener una carrera como esta, el cuerpo se te llena de satisfacción”, explica el letón Einars Vinters.
Dependiendo de cómo haya sido el día, los pilotos pueden llegar a media tarde o en plena noche. Los primeros tienen la posibilidad de trabajar tranquilos en sus motocicletas, los segundos a veces sacrifican horas de sueño para reparar sus máquinas y marcar el “road book” del día siguiente. Para no perder ni un minuto, suelen dormir con todo su equipamiento puesto.
“Lo que hacen estos motociclistas es admirable. Realmente es agotador correr de esa manera. El primer día estás en todos los detalles de las motos, pero con el transcurso de las etapas cada vez haces menos cosas por falta de tiempo y cansancio. De marcar con resaltador la hoja de ruta, pasas a poner el rollo en la moto ni bien te lo dan. Lo único que querés es que la carrera se termine”, cuenta Orly Terranova, que corrió el Dakar dos veces sobre una moto.
A todos estos pilotos se les da la oportunidad de inscribirse en el “Elf Moto Trophy”, un premio patrocinado por la empresa francesa de lubricantes que premia a los tres mejores pilotos privados de la competencia con 5.000, 4.000 y 3.000 euros. Una buena recompensa, que no iguala la satisfacción de llegar al final.
4 comentarios:
Hola Diego
Dia a dia tus posts son mucho mejores
Hablando de premios...
Cuanta plata gana el ganador del dakar, o donde figuran los premios para cada categoria, etc.?
Saludos y ya falta poco ajajajaj
Lindo informe, Muy buena actuacion de Junco. Sabias que le diagnosticaron leucemia hace un par de meses? Igual se largo a hacerlo y ojala llegue.
Fuerza Andres!!!!
que buen informe dd!!!!!
esto es lo tuyo me parece, he?, ya mismo te tenes que ir a cubriri la baja 500 y la baja 1000 q se hace en el pais de los gringos.
Abrazoooooooo y fuerza pela!!!!
Diego tus informes son brillantes pero no entiendo porque no aparecen en Corsa, yo no copro esa revista pero la compre para ver tus informes del Dakar y e encontre con unas notas que nada que ver con el nivel de las tuyas. u abrazo y segui asi que sos un genio!!!!
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