Lo mejor y lo peor del Dakar
Es tiempo de hacer un balance de esta primera edición sudamericana del Dakar. Aquí, lo mejor y lo peor…
POSITIVO
POSITIVO
La respuesta del público. Se volcó masivamente a ver la competencia. Los participantes se quedaron maravillados por ese entusiasmo. Según la Secretaría de Turismo de la Argentina, la competencia movilizó a más de 2.000.000 de personas en el territorio nacional.
El impacto económico. Cada uno de los lugares por los que pasó la caravana tuvo un beneficio financiero considerable. Se estima que en la Argentina hubo un impacto cercano a los 30 millones de dólares. Vale destacar que la Nación aportó a la organización 8 millones de dólares para realizar la competencia. El éxito de la inversión salta a la vista.
La difusión. Tanto la Argentina como Chile pudieron promocionarse gracias a este evento de nivel mundial. Sus paisajes fueron vistos por 600 millones de personas en 189 países a través de 600 horas de transmisión televisiva. Una campaña de publicidad de semejante alcance saldría unos 100 millones de euros.
La organización. La empresa francesa ASO superó con creces haber realizado su primer Dakar fuera de África. Sin dudas, buena parte de este éxito se lo debe a la invalorable ayuda de los gobiernos de la Argentina y Chile.
El protagonismo de los pilotos locales. Por el lado argentino, sobresalió la tarea realizada por el bonaerense Marcos Patronelli, que llegó segundo en quad y hasta ganó tres etapas. También se destacó el mendocino Orly Terranova, que marchaba séptimo en la general de autos hasta que abandonó por un vuelco. Por el lado chileno, Francisco “Chaleco” López se lució en motos. Ganó una etapa y llegó a estar cuarto. Lamentablemente, no pudo llegar por un problema mecánico.
El éxito de VW. Después de cinco años, la marca alemana consiguió el ansiado triunfo en el Dakar usando un auto con motor diesel. En esta versión sudamericana no tuvo rivales. Dominó con el español Carlos Sainz hasta que estuvo en carrera y, finalmente, consiguió el “1-2” con el sudafricano Giniel De Villiers y el estadounidense Mark Miller.
La consagración de Marc Coma. Con este segundo triunfo en el Dakar (ya había ganado en 2006), el español demostró que tiene condiciones para hacer historia en la legendaria prueba. Triunfó de punta a punta usando una estrategia que resultó infalible: fue aguerrido y temperamental en la primera parte de la carrera y luego, cuando ya tenía una apreciable diferencia con sus rivales, fue más conservador.
NEGATIVO
La muerte Pascal Terry. El francés, de 49 años, falleció durante el transcurso de la segunda etapa por un edema pulmonar que le provocó un paro cardiorrespiratorio. Su llamada de auxilio llegó a la organización varias horas después de haber sido emitida. Esa demora es motivo de una investigación interna que está haciendo ASO.
Los accidentes. Al margen de los que involucraron a algunas competidores, como Paul Green y su navegante Matthew Harrison y el motociclista español Cristóbal Guerrero, hubo algunos otros incidentes que afectaron a espectadores. El más grave ocurrió en la última etapa cuando Emiliano Jalón (29) fue atropellado por el Hummer del francés Eric Vigouroux. Jalón, que sufre un traumatismo encéfalo craneano cerrado, “se encontraba en una zona no habilitada para los espectadores” según informó la organización.
Reducción del recorrido. El mal estado de los caminos, cuestiones climáticas y de seguridad, obligaron a reducir los especiales de varias de las etapas. Hasta se llegó a anular la más importante, Copiapó-Fiambalá, que se iba a realizar en el centro del desierto de Atacama. Los organizadores aseguraron que no haber tomado esta medida “hubiese sido un acto de irresponsabilidad”.
El abandono de Sainz. El español venía ganando con comodidad la competencia. Tenía casi media hora de ventaja sobre su compañero Giniel De Villiers cuando un error de navegación provocó que se cayera a un río seco. En el incidente se fracturó el hombro su navegante Michel Perin y eso determinó su deserción. El “Matador” aún no sabe si tendrá otra oportunidad en la legendaria prueba.
El pobre desempeño de Mitsubishi. La primera experiencia de la casa japonesa en el Dakar con el Lancer Racing fue desastroza. De los cuatro autos que presentó, sólo el del español Nani Roma llegó a la meta. El japonés Hiroshi Masuoka y el francés Stéphane Peterhansel abandonaron por problemas mecánicos; mientras que el galo Luc Alphand por una descompensación de su navegante. Como consuelo le queda el triunfo de Roma en la 13° etapa.
El impacto económico. Cada uno de los lugares por los que pasó la caravana tuvo un beneficio financiero considerable. Se estima que en la Argentina hubo un impacto cercano a los 30 millones de dólares. Vale destacar que la Nación aportó a la organización 8 millones de dólares para realizar la competencia. El éxito de la inversión salta a la vista.
La difusión. Tanto la Argentina como Chile pudieron promocionarse gracias a este evento de nivel mundial. Sus paisajes fueron vistos por 600 millones de personas en 189 países a través de 600 horas de transmisión televisiva. Una campaña de publicidad de semejante alcance saldría unos 100 millones de euros.
La organización. La empresa francesa ASO superó con creces haber realizado su primer Dakar fuera de África. Sin dudas, buena parte de este éxito se lo debe a la invalorable ayuda de los gobiernos de la Argentina y Chile.
El protagonismo de los pilotos locales. Por el lado argentino, sobresalió la tarea realizada por el bonaerense Marcos Patronelli, que llegó segundo en quad y hasta ganó tres etapas. También se destacó el mendocino Orly Terranova, que marchaba séptimo en la general de autos hasta que abandonó por un vuelco. Por el lado chileno, Francisco “Chaleco” López se lució en motos. Ganó una etapa y llegó a estar cuarto. Lamentablemente, no pudo llegar por un problema mecánico.
El éxito de VW. Después de cinco años, la marca alemana consiguió el ansiado triunfo en el Dakar usando un auto con motor diesel. En esta versión sudamericana no tuvo rivales. Dominó con el español Carlos Sainz hasta que estuvo en carrera y, finalmente, consiguió el “1-2” con el sudafricano Giniel De Villiers y el estadounidense Mark Miller.
La consagración de Marc Coma. Con este segundo triunfo en el Dakar (ya había ganado en 2006), el español demostró que tiene condiciones para hacer historia en la legendaria prueba. Triunfó de punta a punta usando una estrategia que resultó infalible: fue aguerrido y temperamental en la primera parte de la carrera y luego, cuando ya tenía una apreciable diferencia con sus rivales, fue más conservador.
NEGATIVO
La muerte Pascal Terry. El francés, de 49 años, falleció durante el transcurso de la segunda etapa por un edema pulmonar que le provocó un paro cardiorrespiratorio. Su llamada de auxilio llegó a la organización varias horas después de haber sido emitida. Esa demora es motivo de una investigación interna que está haciendo ASO.
Los accidentes. Al margen de los que involucraron a algunas competidores, como Paul Green y su navegante Matthew Harrison y el motociclista español Cristóbal Guerrero, hubo algunos otros incidentes que afectaron a espectadores. El más grave ocurrió en la última etapa cuando Emiliano Jalón (29) fue atropellado por el Hummer del francés Eric Vigouroux. Jalón, que sufre un traumatismo encéfalo craneano cerrado, “se encontraba en una zona no habilitada para los espectadores” según informó la organización.
Reducción del recorrido. El mal estado de los caminos, cuestiones climáticas y de seguridad, obligaron a reducir los especiales de varias de las etapas. Hasta se llegó a anular la más importante, Copiapó-Fiambalá, que se iba a realizar en el centro del desierto de Atacama. Los organizadores aseguraron que no haber tomado esta medida “hubiese sido un acto de irresponsabilidad”.
El abandono de Sainz. El español venía ganando con comodidad la competencia. Tenía casi media hora de ventaja sobre su compañero Giniel De Villiers cuando un error de navegación provocó que se cayera a un río seco. En el incidente se fracturó el hombro su navegante Michel Perin y eso determinó su deserción. El “Matador” aún no sabe si tendrá otra oportunidad en la legendaria prueba.
El pobre desempeño de Mitsubishi. La primera experiencia de la casa japonesa en el Dakar con el Lancer Racing fue desastroza. De los cuatro autos que presentó, sólo el del español Nani Roma llegó a la meta. El japonés Hiroshi Masuoka y el francés Stéphane Peterhansel abandonaron por problemas mecánicos; mientras que el galo Luc Alphand por una descompensación de su navegante. Como consuelo le queda el triunfo de Roma en la 13° etapa.
1 comentarios:
Diego, lo tuyo fue un trabajo espectacular. No solo nos enteremos de como iba el Dakar si no tambien que a la distancia vivimos el Dakar, algo muy dificil de transmitir, pero que vos lo lograste.
Te aviso que tu balance los amigos de Clarin lo usaron de "inspiracion" en esta entrada de su blog http://blogs.clarin.com/desafiodakar/2009/1/19/rally-dakar-mejor-y-peor
Saludos,
MM
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